«Imelda Daza: Recuperando Derechos Laborales en un Camino Posible»



Un día soleado en un pintoresco restaurante campestre a las afueras de Valledupar, tuve el privilegio de encontrarme por casualidad con la destacada figura de la Dra. Imelda Daza Cotes. Fue un encuentro inesperado que se convirtió en una experiencia única. Al saludarla, la Dra. Daza respondió con amabilidad y atención, lo que dio paso a una conversación sin apuros que se prolongó durante un buen tiempo.

Durante nuestro intercambio, abordamos diversos temas puntuales, y en un momento le expresé mi interés en compartir su perspectiva sobre las reformas sociales en curso con los lectores de nuestro blog en la CGT. Con gentileza, la Dra. Daza no solo accedió a compartir sus opiniones, sino que también autorizó la publicación de lo que discutimos.

Para quienes no estén familiarizados con la destacada trayectoria de Imelda Daza Cotes, es esencial resaltar que es una economista, docente y activista política colombiana, nacionalizada sueca. Su participación en movimientos políticos de izquierda tanto en Colombia como en Suecia ha dejado una huella significativa. Desde su elección como concejal por la Unión Patriótica en 1986 hasta su papel como vocera en la Cámara de Representantes en nombre de Voces de Paz y Reconciliación, ha demostrado un compromiso incansable con la paz y los derechos humanos.

Nacida en Manaure, Cesar, Imelda Daza fue la primera mujer presidenta del Concejo de Valledupar en 1983 y ha desempeñado roles clave en la creación de la Universidad Popular del Cesar (mi universidad) y en movimientos cívicos como Causa Común. Su vida ha estado marcada por el exilio debido a amenazas de muerte, pero su valentía la llevó a regresar a Colombia en 2015, presentándose como candidata a la gobernación del Cesar.

Con una larga experiencia en Suecia, donde se vinculó a la política local como concejal y candidata al Parlamento, Imelda Daza ha sido una defensora de los derechos humanos y la paz. Su regreso a Colombia la llevó a desempeñar un papel crucial como representante de Voces de Paz y Reconciliación en la Cámara de Representantes, contribuyendo al proceso de implementación del Acuerdo de Paz de 2016.

Esta breve narrativa destaca el encuentro casual con la Dra. Imelda Daza Cotes y su disposición a compartir sus perspectivas sobre las reformas actuales, brindando a los lectores de nuestro blog un vistazo valioso a la visión de una figura destacada en la política colombiana y defensora de la paz.

EDWIN ARMANDO GUZMAN CRUZ: Grabación con la doctora Imelda Daza Cotes.

IMELDA DAZA COTES: Cotes de La Paz,

EDWIN ARMANDO GUZMAN CRUZ: Yo creí que usted era de Manaure,

IMELDA DAZA COTES: soy de Manaure, pero el Cotes es de la paz.

EDWIN ARMANDO GUZMAN CRUZ: Ah, okay.

IMELDA DAZA COTES: Es que, en esa época, Manaure era corregimiento de la paz cuando yo nací.

EDWIN ARMANDO GUZMAN CRUZ: Perfecto, puntualmente nos gustaría conocer su perspectiva sobre el curso actual de la reformas. ¿Cuál cree que es la dirección que está tomando?. ¿Qué es lo que realmente está pasando en el congreso con la reforma laboral que ya sabemos que vienen, en camino? Y con el tema de la reforma a la salud, esos dos punticos, ¿qué piensa? y ahorita le pregunto algo mas.

IMELDA DAZA COTES : Bueno, las reformas que ha planteado el gobierno son las urgencias que tiene el país: la reforma a la salud, la reforma laboral, la reforma pensional, la reforma educativa para consagrar la educación como un derecho fundamental. Yo creo que las reformas van a pasar todas. Lo que sí es cierto es que ninguna reforma sale del congreso como entró. Todas salen recortadas, ampliadas, pero en este caso yo uso otra palabra más parroquial: van a salir trasquiladas todas las reformas. Pero yo creo que todas van a ser aprobadas. La reforma a la salud le faltan los punticos más álgidos, más difíciles de negociar. Ya la gran mayoría del articulado está aprobado. Ayer le rindió mucho en la cámara, al senado. No ha llegado todavía ninguna de estas reformas y creo que esos puntos tan sensibles los está negociando el gobierno con los parlamentarios. Ayer se reunió con un grupo importante de cinco representantes a la cámara del partido conservador, Petro, para discutir con ellos las condiciones o las aspiraciones de ellos en cuanto a esos puntos que restan por aprobar de la reforma a la salud. Y yo estoy segura de que ahí hubo acuerdo ya y que la próxima semana saldrá la reforma a la salud. Repito, no como entró, no según los, las pretensiones de Carolina Corcho ni de Jaramillo, pero sí tendremos los puntos fundamentales de esa reforma aprobados. Bueno, ya fue aprobado el manejo de los dineros que ya no irán a manos de las EPS para hacer con esos 84 billones de pesos cada año lo que quieren. Ya el dinero se sabe que ya el dinero lo manejará el gobierno a través de la comisión, encargada de esa tarea. Eso es fundamental. Lo otro que era fundamental es la creación de los centros de atención primaria, los CAPS. Eso viene en la reforma. Esas dos cosas favorecen muchísimo al pueblo colombiano. Esas dos cosas son grandes y son trascendentales. Así saldrá la reforma. Hay otros detalles ya en el tratamiento, las IPS y las relaciones EPS-IPS, en fin, y otras normas que afectan a las EPS que hubo que desistir de ellas, pero el grueso, lo radical, lo central de la reforma va a salir aprobado.

EDWIN ARMANDO GUZMAN CRUZ: ¿y cómo ve el asunto de la reforma laboral?

IMELDA DAZA COTES: En cuanto a la reforma laboral, todavía no ha empezado el trámite de discusión y aprobación, pero es bueno que la gente sepa que lo central de la reforma laboral es la recuperación de derechos perdidos por los trabajadores de Colombia. Las novedades son muy pocas. El sistema de contratación volverá a lo que era antes del neoliberalismo de Gaviria y demás. Los trabajadores serán contratados con carácter indefinido y podrán salir de la empresa por quiebra de la empresa, por finalización de un contrato o por causa justa, por una falta que cometió el trabajador, pero no se acabará ese sistema horrible de los contratos de un mes, de tres meses, de cuatro meses máximo, seis meses, donde ponen al trabajador a padecer, a sufrir en realidad, porque no sabe si su contrato se va a continuar o no, y además, en muchos casos, dejan de trabajar varios meses y viven una angustia increíble. Las familias sufren mucho, los niños pagan las consecuencias de esa inestabilidad laboral para los trabajadores, y hay familias donde el padre y la madre sufren del mismo problema, hay uno que está trabajando, el otro no lo han llamado para renovarle el contrato. Eso, las prestaciones sociales que se tenían, con las que yo trabajé siempre que trabajé, prima de Navidad, vacaciones, eh, descansos, eh, recargo nocturno, recargo en días festivos, vacaciones, todo eso se perdió. ¿Quién que trabaje a contratos de tres meses va a tener vacaciones?, ¿cuándo? ¿y prima de Navidad cómo se la van a liquidar si no hay continuidad en el trabajo?, Se van a recuperar derechos trascendentales para los trabajadores que le van a dar estabilidad familiar, estabilidad personal. Eso es importantísimo. Se cotizará formalmente para pensiones de manera que toda persona que cumpla la edad de pensión va a tener garantizado una pensión porque en el fondo de pensiones tendrá que haber los recursos para garantizar esa pensión, y los trabajadores van a cotizar como cotizamos siempre los trabajadores de la época anterior. Entonces, básicamente, eso es el tema de la reforma laboral. Vienen otras cosas que son igualmente importantes y que todavía se están discutiendo con los gremios, pero también digo yo, en este caso, lo fundamental de esa reforma, aun cuando se recorte, aun cuando se trasquile, es que la clase trabajadora recupere los derechos que el neoliberalismo, el modelo neoliberal, le cercenó por muchos años. Eso se empezó a hablar en el gobierno de Gaviria. Yo estaba aquí, apertura de la tal apertura de los TLC, de la privatización de todo. Yo me acuerdo que se empezó a hablar en esa época de la venta de Electrocesar y salimos de Guatemala para entrar a Guatepeor porque salimos de Electrocesar, que, si se robaba, el que robaba vivía aquí, y si los trabajadores eran pícaros también, el dinero se quedaba aquí, pero pasamos a depender de una empresa española. Entonces, lo que se robaban se fue para el extranjero, aún peor. Entonces, ese modelo neoliberal hizo mucho daño, ha hecho mucho daño.

EDWIN ARMANDO GUZMAN CRUZ: ¿Es posible restablecer las garantías laborales que se han perdido?

IMELDA DAZA COTES: Esta reforma laboral es un corte a ese modelo neoliberal muy importante. Que los trabajadores hagan conciencia y sepan que es una reforma urgente para los trabajadores. De otra parte, esta reforma también ofrece garantías para la organización de los trabajadores. Hoy en día, es mínimo el número de trabajadores sindicalizados y un pueblo que no está organizado es un pueblo desunido, es un pueblo que no lucha por la conquista de más derechos y por la unidad de la clase trabajadora para poder incidir políticamente en la sociedad. Es definitivamente importante esta reforma laboral y los trabajadores, todos uno a una, deberían apoyar.

EDWIN ARMANDO GUZMAN CRUZ: Perfecto, doctora Imelda, hay una propuesta de un señor Oliver Pardo, Director del Observatorio Fiscal de la Pontificia Universidad Javeriana. Que El salario mínimo para 2024 debería ser de $2 millones mensuales. Pero el empleador no estaría obligado a pagar prestaciones sociales, ni primas de mitad ni a final de año, tampoco pago de vacaciones, ni entregar vestido y calzado, ni pagar cesantías, ni auxilio de transporte. Esa propuesta salió en estos días. ¿Qué opina usted de eso?

IMELDA DAZA COTES: Es una propuesta engañosísima porque ese salario integral quiere decir ahí que ahí le pagan los recargos nocturnos, eh, las horas extras, las vacaciones, las primas. Entonces, la gente llega diciembre y cual prima, el salario de los dos millones se convierte en el salario normal que la familia se lo gasta cada mes. No hay ninguna posibilidad de ahorrar y no hay ninguna posibilidad de hacer en una determinada época un gasto extra, por ejemplo, las vacaciones para los hijos en diciembre, porque el salario integral se convierte en el salario mínimo y no reciben más nada durante el año. Eso la gente no lo debe aceptar. Los trabajadores no deben aceptar ese salario integral que para los empleadores puede resultar mejor, desde luego. Una cosa importante de anotar también es que el incremento del salario mínimo no va a generar desempleo, ni va a arruinar a las empresas, ni va a quebrar al estado colombiano. El gobierno, mire, en el curso de introducción a la economía número uno, cualquier estudiante aprende que, si se incrementan los salarios, se aumenta la demanda de bienes y de servicios. La gente compra más y esa compra que aumenta estimula al comerciante a vender más, y el comerciante compra más al fabricante. El fabricante también se estimula para producir más. Entonces, el incremento del salario, por el contrario, fortalece la economía, estimula la producción y por esa vía genera más empleo.

EDWIN ARMANDO GUZMAN CRUZ Bueno, doctora Imelda, muchísimas gracias.